La banda realizó un concierto monográfico con todo el repertorio cofrade del compositor murciano
El pasado sábado, la Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción se volvió a llenar para vivir uno de los conciertos más esperados de la Cuaresma hellinera. Se trata del Ciclo de Marchas Procesionales Cirineo, el cual, desde su creación en 2011, se ha convertido en todo un referente de la música cofrade, ya no solo a nivel local, sino también fuera de la ciudad.
Este año, la Unión Musical Santa Cecilia de Hellín dedicó todo su concierto a la figura del compositor calasparreño José Vélez. Uno de los referentes en cuanto a la música cofrade se refiere. Su obra semanasantera ha traspasado fronteras, interpretándose en toda España y fuera del país.
El concierto
La banda tocó todo su repertorio cofrade. Un total de ocho piezas que ya se han convertido en parte de la banda sonora que, cada año, ameniza los desfiles procesionales en Hellín. Jerusalén, El Evangelista, Mesopotamia, Tierra Sagrada o Galilea son solo algunas de las marchas de procesión que la Unión Musical Santa Cecilia de Hellín interpretó en este ciclo.
El concierto se realizó en orden cronológico según las composiciones, empezando por la primera que compuso y acabando con la última.
El evento dio comienzo con la marcha El Evangelista, compuesta en 1991 y dedicada a la Hermandad de San Juan Evangelista de su localidad natal. Una marcha sencilla y fácil de tocar en la calle. Y una de las piezas más interpretadas en todo el panorama internacional.
El concierto siguió con Jerusalén, compuesta en 1999. Esta pieza, aunque en la ciudad esté directamente vinculada a la Procesión de las Palmas, realmente no está dedicada a nada. En palabras del compositor “está dedicada a todo el que la quiera interpretar”. Es la marcha oficial de la Procesión de San Fermín en Pamplona, y se ha interpretado fuera de España, en países como Portugal o Italia.
La tercera pieza que interpretó la banda fue La Caída. Marcha dedicada a la Hermandad del Santo Sepulcro de Cieza, conocidos popularmente como Los Dormis. En concreto, está dedicada a la imagen que representa la caída de Jesús. Compuesta en 2010.
El concierto continuó con Mesopotamia. Compuesta en 2014 y dedicada a la Hermandad del Resucitado y María Santísima del Amparo de Cuenca. Pieza que recuerda a las legiones romanas y con cierto aire bíblico.
La siguiente marcha fue Galilea, compuesta en el año 2017. Pieza de carácter bíblico y que no tiene ninguna dedicatoria.
A continuación, la banda interpretó Lágrimas del Cielo. Obra cofrade estrenada en 2018 y dedicada a la Virgen de la Victoria, titular de la Hermandad de Las Cigarreras de Sevilla.
La penúltima pieza del compositor murciano fue Tierra Sagrada. Compuesta en 2020 y dedicada a la Banda de Música de la Agrupación Musical de Guardo “AMGu”, Palencia, y a su directora titular, su hermana, Isabel Vélez. El nombre se debe a la connotación con la que define su hermana a la banda que dirige.
Para terminar con el repertorio de Vélez, se interpretó Alma, compuesta en 2022. Es la última pieza cofrade del murciano, la cual está dedicada a la S. I. Catedral de Palencia, compuesta con motivo de la celebración del VII Centenario de la denominada La Bella Desconocida.
El concierto concluyó, como viene siendo costumbre, con la marcha Cirineo, del compositor sevillano Jesús Manuel Martín Prieto. Pieza dedicada al concierto de mismo nombre.